Publicada: martes, 7 de marzo de 2023 8:22

La periodista española Ana Pastor estuvo en Irán hace unos días para grabar un reportaje especial que se emitirá el 8 de marzo en la cadena española La Sexta. En su cuenta de Twitter ya se pudo ver un avance de cómo será el programa del día 8.

En el adelanto, que se puede ver aquí, se observa a Pastor caminando por una calle de Teherán mientras dice “este simple gesto puede costarte la vida”. El gesto al que se refiere y que realiza es quitarse el velo en un espacio público.

No es casualidad que el programa se emita el día 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora y uno de los días señalados en el calendario occidental para las reivindicaciones feministas. No hace falta ver el programa completo para saber cómo se representará a la República Islámica y su relación con las mujeres.

Irán será presentado una vez más como un infierno para las mujeres, como un “régimen” patriarcal cuya única voluntad es controlar y someter los cuerpos femeninos y su presencia en los espacios públicos.

El programa defenderá una visión liberal que entiende que para que una mujer sea libre, debe comportarse de manera autónoma en los ámbitos político y moral. Siguiendo esta construcción discursiva, no es difícil entender que, desde este feminismo liberal, la mujer para ser un ser autónomo y portador de agencia, no puede estar sujeta a ningún tipo de discurso trascendental, especialmente el Islam, visto como el discurso más anti-liberal de todos los posibles.

La obsesión con el velo en Occidente tiene orígenes coloniales. No es complicado ver en las redes sociales la utilización de imágenes de mujeres vistiendo vestidos y minifaldas en el Irán pre-revolucionario como significante de una época de supuestas libertades y modernidades, todo ello en contraste con el Irán post-1979 y su "anti-modernidad y anti-liberalismo".

Tenemos múltiples ejemplos de la obsesión por el velo. Las imágenes de mujeres sin velo se han utilizado por individuos y asociaciones de derechos humanos como parte de una cadena de equivalencia que habla de libertad y modernidad. Estas imágenes siempre se enmarcan en un "antes" y "después" cargados de significados políticos claros.

La historia que nos cuentan estas imágenes es que, en el caso concreto de la República Islámica, las mujeres iraníes solían vestir como las mujeres occidentales y paseaban por las ciudades sin ningún problema. Todo ese pasado de modernidad terminó con la llegada del "fundamentalismo" islamista de la República Islámica, simbolizado en el velo como una herramienta política que se utiliza para sofocar cualquier aspiración de libertad o agencia.

El velo se ha convertido en una obsesión para Occidente, en cualquier forma que se presente. Este símbolo tiene un significado claro que sobresale sobre los demás: el velo como herramienta de opresión. En el discurso liberal, el velo se ve como una restricción impuesta a las mujeres, que les impide ser autónomas como sujetos y les hace resistir a la modernidad.

Es importante tener una mirada crítica para comprender que la obsesión con el velo se debe a que es uno de los marcadores más visibles y evidentes de la musulmanidad. La musulmanidad señala la contingencia del proyecto occidental y las múltiples resistencias que ese proyecto occidental-modernizador tiene que enfrentar. Además, hay que tener en cuenta que este símbolo de musulmanidad es una presencia habitual en Occidente, aunque no está normalizada como tal.

La presencia del velo, así como cualquier otra presencia que haga visible la identidad articulada alrededor del Islam en el espacio público, se enfrenta a una hostilidad manifiesta que se enmarca dentro del fenómeno conocido como islamofobia.

La idea de crear una agencia basada en el liberalismo y en Occidente no considera otras formas posibles de agencia. Por lo tanto, es necesario incluir otras voces críticas que cuestionen la visión hegemónica de las mujeres en Occidente. Una de estas voces críticas es la de la antropóloga pakistaní fallecida Saba Mahmood, cuyo trabajo cuestionó la visión occidental predominante sobre la agencia y la subjetividad.

En su libro "The Politics of Piety: The Islamic Revival and the Feminist Subject", Mahmood analiza el movimiento de piedad islámica en Egipto y argumenta que la noción occidental de agencia individual no es adecuada para describir la agencia de las mujeres musulmanas.

Mahmood argumenta que la agencia no es algo que se tenga o no, sino que se construye a través de las relaciones sociales y culturales. En lugar de considerar a las mujeres musulmanas que participan en el movimiento de piedad como pasivas o sumisas, Mahmood las ve como agentes activas que construyen y negocian sus propias subjetividades dentro de un contexto social y cultural específico, en este caso, un contexto islámico autónomo.

El programa que se emitirá el próximo 8 de marzo en La Sexta, seguramente reflejará una visión liberal y una obsesión por quitar el velo a las mujeres musulmanas como un acto de liberación. Sin embargo, esto tiene claras raíces coloniales y raciales. Se trata de la liberación de oprimidas nativas y no blancas del dominio patriarcal musulmán, gracias a la intervención salvífica de Occidente. En palabras de la profesora Gayatri Chakravorty Spivak, en referencia a la India bajo el control colonial británico, es "los hombres blancos liberando a mujeres nativas de los hombres nativos".

La idea universal que relaciona la agencia con la libertad no tiene en cuenta las diferentes formas en que esta articulación se puede llevar a cabo, como ocurre en el mundo islámico. Esto no significa que se haya alcanzado un modelo perfecto y no patriarcal. Lo que se quiere decir es que otros modelos de agencia, como demostró el trabajo de Saba Mahmood, son posibles e incluso deseables.

Los gestos de la periodista española en medio de Teherán, en los que se quitó el velo en un supuesto acto de rebeldía, además de añadir un punto de ridiculez a toda la puesta en escena, nos recuerdan que el paradigma orientalista sigue muy presente en pleno siglo XXI.

Xavier Villar