“Nuestra inteligencia ha advertido la llegada de un gran número de efectivos extranjeros a la brigada 56.ª de infantería motorizada y a la 406.ª de artillería cerca de Urzuf (suroeste)”, ha declarado este domingo a la prensa Daniil Bezsónov, portavoz de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), citado por la agencia rusa Sputnik.
De acuerdo con el vocero, a esos soldados desplegados en la mencionada ciudad portuaria, entre Mariúpol y Berdiansk, se habría sumado la llegada “de un grupo de oficiales de alto rango de EE.UU. y de militares de Canadá al cuartel general del Comando Operativo Oriental (del Ejército de Ucrania)”.
A la luz de estos datos, ha añadido el portavoz de la RPD, los líderes de las milicias independentistas de Donetsk consideran “posible” que los militares americanos enviados a Ucrania “participen en la planificación y ejecución de una operación ofensiva”.
Los secesionistas del este de Ucrania expresan estos temores de que Kiev provoque con apoyo de Washington y Ottawa una escalada en el conflicto, estancado desde hace varios años, dos días después de la muerte en una explosión en una cafetería de Donetsk del líder de la RPD, Alexandr Zajárchenko.
Nuestra inteligencia ha advertido la llegada de un gran número de efectivos extranjeros a la brigada 56.ª de infantería motorizada y a la 406.ª de artillería cerca de Urzuf (suroeste)”, ha alertado Daniil Bezsónov, portavoz de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), en el este de Ucrania.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado de “vil” el asesinato de Zajárchenko, y ha subrayado que “quienes han elegido la vía del terrorismo, de la violencia y de la intimidación no quieren buscar una solución pacífica y política al conflicto (del este de Ucrania)”.
También por parte del Kremlin, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, ha responsabilizado del atentado a las autoridades de Kiev, coincidiendo con el sucesor interino de Zajárchenko, Dmitri Trapéznikov, quien ha dicho que hay varios sospechosos detenidos que han apuntado en esa dirección.
El Gobierno ucraniano, sin embargo, afirma no estar implicado en la muerte del primer “jefe de estado” de la RPD, asediada por Kiev desde abril de ese año para recuperar el territorio, independizado tras el derrocamiento del hasta entonces presidente Víktor Yanukóvich en la revuelta o golpe de Estado prooccidental del Maidán.
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