El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también exhortó a todas las partes en el conflicto a respetar las leyes internacionales de derechos del niño, según publicó el sábado la prensa local.
El representante de Unicef en el país africano, Mohamed Fall, hizo el llamamiento después de la firma en Maiduguri, capital del estado de Borno, de un acuerdo sobre el Plan de Acción contra el reclutamiento de niños entre la organización y la Fuerza Civil de Tarea Conjunta (CJTF, por sus siglas en inglés).
Fall advirtió que el aumento en el uso de menores en el conflicto en el noreste de Nigeria es “una fuente de preocupación para las Naciones Unidas y debe detenerse”.
Reiteró que la instancia de Naciones Unidas tiene la misión de velar por la protección de los niños contra los abusos y las violaciones; así como salvaguardar y promover sus derechos a la educación, la salud y el bienestar general.
“El uso de niños por Boko Haram como una bomba humana es particularmente inquietante y vulnerable”, subrayó el funcionario.
Según nuestros informes —dijo— en los últimos tres años, 140 niños, en su mayoría niñas e incluso bebés, están siendo utilizados como bombas humanas en el noreste de Nigeria.
Fall reiteró que el reclutamiento y el uso de niños “es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad”.
El uso de niños por Boko Haram como una bomba humana es particularmente inquietante y vulnerable”, subrayó el representante de Unicef en Nigeria, Mohamed Fall.
En marzo de 2015, Boko Haram hizo su juramento de lealtad a la banda terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe), dejando a un lado a Al-Qaeda, grupo terrorista del que eran parte por lo menos desde 2012.
Durante los pasados ocho años, esos terroristas causaron más de 20.000 muertos y alrededor de dos millones 100 mil desplazados, y ha probado su capacidad para operar en Níger, Chad, Costa de Marfil y Camerún, pese a los golpes asestados por las fuerzas del Ejército.
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