En las protestas, celebradas en las localidades de Bilad al-Qadim, Sinabis y Sitra, los manifestantes portaban retratos del líder opositor y coreaban consignas contra el régimen de Al-Jalifa, en el poder desde hace más de 40 años.
Continuarán las protestas, aseguran los manifestantes, hasta la liberación de Salman, y han pedido a la comunidad internacional que presione al régimen Al Jalifa para que deje de acosar y reprimir a la oposición.
Está previsto que este miércoles el Tribunal Penal de Baréin celebre la segunda sesión del juicio contra el líder de la oposición, acusado de “incitar al derrocamiento” del régimen de Al Jalifa.
En este sentido los indignados bareiníes han asegurado que Ali Salman es un símbolo y líder nacional que goza del respaldo del pueblo bareiní, razón por la cual debe ser excarcelado inmediatamente.
El arresto del destacado líder chií, además del repudio del pueblo bareiní, ha desencadenado una ola de críticas y condenas por parte de los líderes mundiales y organizaciones internacionales que, de hecho, exigen su inmediata liberación.
Baréin, aliado de Estados Unidos en el Oriente Medio, ha reprimido brutalmente las protestas populares iniciadas el 14 de febrero de 2011 cuya meta era alcanzar reformas políticas. El régimen de Al Jalifa, en reacción, impuso en marzo de 2011 la Ley de Seguridad Nacional, que dio lugar a la entrada de tropas saudíes y emiratíes para aplastar las manifestaciones.
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