Durante la oración celebrada el sábado, los indignados, portando la bandera nacional del país centroamericano y otras del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), encabezado por el presidente Daniel Ortega, pidieron por la paz de Nicaragua.
No obstante, las autoridades y medios nicaragüenses anunciaron, la misma jornada, que varios grupos vandálicos protagonizaron actos violentos contra la ciudadanía durante la oración y quemaron un árbol de la vida. Como consecuencia de las acciones de estos colectivos vandálicos, tres barrios de Managua sufrieron cortes de agua y luz.
El Gobierno de Ortega ha reiterado, en varias ocasiones, su disposición a entablar una mesa de diálogo para sacar de la crisis política y social a Nicaragua, pero se desconoce cuándo iniciará la conversación. El país centroamericano vive desde el pasado 18 de abril momentos tensos debido a la polémica reforma del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) –aprobada el 16 de abril– que pretende aumentar la contribución de empresas y trabajadores, al tiempo que reduce un 5 % las pensiones.
De cara al diálogo nacional, la Alianza Universitaria Nicaragüense, el Movimiento Estudiantil 19 de Abril y el Movimiento Universitario 19 de Abril anunciaron el mismo sábado, en un comunicado conjunto, la formación de una “coalición de estudiantes universitarios y de la sociedad civil” para participar en las conversaciones con el Gobierno.
Al respecto, solicitaron al Ejecutivo nicaragüense que invite a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a los relatores de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que formen parte de una comisión de la verdad para investigar las muertes que tuvieron lugar durante las últimas protestas contra la mencionada reforma.
El Gobierno de Managua denuncia que detrás de esas protestas violentas existe una “conspiración” impulsada por grupos que son financiados por EE.UU. y el narcotráfico, sin embargo, ha aceptado dialogar con los empresarios.
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