Los documentos divulgados el viernes por la Administración de los Archivos Nacionales de EE.UU. revelaron que el expresidente de México, José López Portillo, quien gobernó de 1976 a 1982, fue informante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. durante varios años y su colaboración duró al menos hasta antes de que asumiera el cargo.
Los documentos, que tratan de la investigación de la CIA sobre el asesinato del expresidente estadounidense John F. Kennedy en 1963, incluyen un memorando de una reunión del personal de la CIA fechado el 29 de noviembre de 1976.
En la reunión, el agente de inteligencia estadounidense Bill Sturbitts informó a sus siete colegas que el presidente entrante de México (López Portillo), tenía el “control de enlace” durante un “número de años”.
También, en una parte del texto, el agente Sturbitts dijo a sus colegas que era “previsible que él [López Portillo] no viera con buenos ojos que se hiciera pública esa relación”.
Según el portal estadounidense JFK Facts, Sturbitts estaba informando sobre una operación conjunta de EE.UU. y México sobre “escuchas telefónicos”, conocida como LIENVOY, misma que grabó en secreto decenas de llamadas de líneas telefónicas en la capital del México.
En el referido memorando —dado a conocer por el sitio web del Museo de Archivos Nacionales de Washington D.C—, López Portillo no fue mencionado por su nombre, pero la reunión se llevó a cabo unos días antes de que asumiera oficialmente la jefatura del país.
Portillo militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el más antiguo de México y que durante ocho décadas ejerció un control hegemónico en el Gobierno del país. El expresidente murió a los 83 años en 2004.
Tras esta revelación, López Portillo se ha convertido en el cuarto expresidente mexicano en ser acusado de ser un agente de inteligencia estadounidense. Los otros tres son Luis Echeverría, quien estuvo en el poder entre 1970 y 1976, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Adolfo López Mateos (1958-1964).
mmo/rba