El espionaje masivo a nivel global, mediante el software israelí Pegasus, sigue siendo tema de discusión en diversas partes del mundo. Especialmente en México, donde se conoció esta semana, que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y 50 personas de su entorno, fueron objetivo de espionaje, durante el sexenio de Enrique Peña Nieta.
El espionaje con el sistema Pegasus involucró a 15 mil líneas telefónicas de México, pertenecientes a políticos, periodistas y activistas. Fue practicado por el ya desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la Procuraduría Federal de la República, que ahora es la Fiscalía General, y la Secretaría de la Defensa Nacional.
Para esclarecer todo, AMLO dijo que pondrá a disposición del pueblo, el archivo de todos los actos de espionaje. Aseguró que en su Gobierno ya no se espía a nadie.
Las investigaciones sobre el espionaje Pegasus en México, sugieren además que los cárteles del narcotráfico sobornan a funcionarios con acceso a la tecnología para vigilar a periodistas, lo que ha puesto en peligro su vida. Más de 140 de ellos han sido asesinados desde el año 2000, lo que preocupa a las ONG pro derechos humanos.
Amnistía Internacional ha pedido al régimen israelí que revoque las licencias de exportación que ha concedido a la compaña fabricante de Pegasus, NSO Group.
Según la investigación realizada por una coalición de hasta 16 medios internacionales, más de 50 000 líneas telefónicas de todo el mundo fueron espiadas a través de Pegasus. Entre ellos, jefes de Estado y de Gobierno. Además de López Obrador, aparece en la lista, el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Habría sido espiado por Marruecos, uno de los 11 clientes del software israelí.
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