El caso Duarte, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha empañado la imagen del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Javier Duarte lo buscaban en 190 países y se convirtió en humo durante 184 días. Pero, por fin, lo encontraron. El exgobernador de Veracruz se encontraba en Guatemala, en el departamento de Sololá, en medio de volcanes, embarcaciones privadas y hoteles de cinco estrellas.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) lo buscó por todos lados. Solo se conocían rumores o filtraciones de prensa que lo ubicaban en Canadá, Costa Rica o Panamá, pero apareció en Sololá.
Según la Interpol de Guatemala, se encontraba en un hotel con su esposa. Se le pidió que abandonara su habitación, lo hizo voluntariamente y fue arrestado sin incidentes.
Es acusado del saqueo de 253 millones de pesos de los fondos públicos. Blanqueó el dinero y lo usó para asegurarse la vejez con la compra de inmuebles de lujo, entre ellos dos casas en Lomas de Chapultepec y un rancho de diseño en la exclusiva zona de Valle de Bravo.
Durante su Gobierno, además, se dio una lucha abierta entre los cárteles del Golfo, Los Zetas y de Jalisco Nueva Generación. Fue en este periodo de tiempo, donde hubo miles de desapariciones, que ya con el tiempo se han encontrado en las cientos de fosas clandestinas, a lo largo y ancho del estado.
Veracruz además se convirtió en el estado más violento para ejercer el periodismo con 24 periodistas asesinados durante el gobierno de Duarte.
Su caída es mucho más que el fin de un gobernador. Duarte era un ejemplo de una nueva generación de políticos en el PRI que anticipó la llegada al poder del presidente Enrique Peña Nieto.
Pero su gestión provocó el rechazo en la calle y dentro del partido. El resultado: La derrota del PRI tras 82 años en Veracruz en las elecciones a gobernatura en 2016. Dentro del partido, se le señalaba como un indeseable. Más tarde, se le abrieron investigaciones por sus presuntos abusos y corruptelas. Duarte se vio solo, y a mediados de octubre, se dio a la fuga.
El exgobernador de Veracruz estará detenido provisionalmente en Guatemala y en los próximos 60 días se resolverá su extradición a México. Con su captura, tanto el presidente, como el PRI vuelven a respirar. Ya que parte de la negra historia de los gobernadores del PRI parece terminar.
Ahora falta saber qué declarará Javier Duarte y hasta dónde está dispuesto a involucrar al PRI. Ese será un próximo capítulo.
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