Hoy sábado, miles de iraquíes han salido a las calles de la capital iraquí, Bagdad, en vísperas del segundo aniversario del martirio de los dos líderes antiterroristas, el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak, que fueron asesinados junto a sus compañeros en un ataque terrorista perpetrado por EE.UU. el 3 de enero de 2020 en el suelo iraquí.
Durante un discurso pronunciado al margen de la marcha, el líder de la coalición parlamentaria Al-Fath (Conquista), Hadi al-Amiri, ha destacado el papel importante que desempeñó la fatwa (decreto religioso) de la autoridad religiosa y la República Islámica de Irán y los mártires Soleimani y Al-Muhandis en “lograr la victoria sobre el terrorismo” y “liberar Irak de Daesh”.
El dirigente iraquí ha calificado el asesinato de estos héroes de la Resistencia como un “triste recuerdo para iraquíes” señalando que “la venganza por la sangre de los mártires es la expulsión de todas las fuerzas extranjeras de Irak”, asegurando que los iraquíes no cederán en este objetivo.
“No exigiremos nada menos que lograr la soberanía total de Irak y la expulsión completa de las fuerzas extranjeras”, ha reiterado.
Asimismo, el viernes, la capital iraquí fue testigo de una manifestación en recuerdo del asesinato de Soleimani y Al-Muhandis. Algunos iraquíes protestaron frente a las entradas de la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada de EE.UU. y prendieron fuego a una réplica de la embajada estadounidense y las banderas de Estados Unidos e Israel, pidieron el fin de la ocupación estadounidense.
El alto mando militar persa y Abu Mahdi al-Muhandis, junto con sus compañeros iraníes e iraquíes cayeron mártires en un ataque con drones ordenado directamente por el entonces presidente estadounidense Donald Trump en Bagdad.
Unos días tras su asesinato, el Parlamento de Irak respondió a esa violación flagrante de la soberanía nacional, al aprobar una resolución que exige la expulsión de las tropas norteamericanas del país árabe.
Ambos comandantes eran admirados por las naciones musulmanas por haber eliminado al grupo terrorista Daesh, patrocinado por Estados Unidos, en la región de Asia Occidental, especialmente en Irak y Siria.
tmv/fmk/hnb