Los medios iraquíes informaron el domingo que las ofensivas tenían como objetivo los convoyes en la ciudad de Babilonia, en el centro de Irak, y las ciudades de Basora y Al-Diwaniya, en el sur del país.
Hasta ahora, el primer ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo o individuo.
Sin embargo, Saraya Aulia al-Dam, un grupo recién formado, se atribuyó la responsabilidad del ataque en Basora.
El grupo de la Resistencia declaró que había llevado a cabo el ataque contra el convoy cuando cruzaba un camino conocido como Jarishan, que está bajo el control de las “compañías extranjeras de seguridad”.
Se sospecha que el ataque se ejecutó con un misil guiado antitanque o un dispositivo explosivo, conocido como Penetrador Formado Explosivamente (EFP, por sus siglas en inglés).
El ataque en Al-Diwaniya fue reivindicado también por otro grupo recientemente establecido, llamado Ashab al-Kahf (Siete durmientes de Éfeso).
EEUU, bajo plétora de ataques
En los últimos días, los combatientes iraquíes han intensificado las acometidas contra las posiciones estadounidenses en Irak, en represalia por un bombardeo estadounidense perpetrado el 28 de junio contra las fuerzas populares iraquíes en las fronteras con Siria; un suceso que se zanjó con varios muertos en sus filas, además de acabar con la vida de varios civiles.
El ataque que caló hondo y dejó huellas en los estadounidenses ocurrió el jueves cuando varios cohetes impactaron la Zona Verde de Bagdad que alberga la embajada de EE.UU. desencadenando la activación de las sirenas antiaéreas cerca de la instalación diplomática estadounidense.
Los grupos de Resistencia iraquíes han prometido no deponer las armas ni cesar su lucha hasta la expulsión de todas las tropas foráneas, que, según una resolución del Parlamento iraquí, aprobada en enero de 2020, ya su presencia es ilegal y deben abandonar el país mesopotámico.
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