El sábado, los extremistas de Daesh llevaron a cabo varios ataques cerca de la ciudad de Tikrit, capital de la provincia norteña iraquí de Salah al-Din, causando al menos 10 bajas entre las fuerzas de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), que forman parte de las Fuerzas Armadas del país árabe.
De acuerdo con lo indicado por las Al-Hashad Al-Shabi, Washington ayuda a los terroristas de Daesh a perpetrar ataques en Irak con el objetivo ulterior de desestabilizar el país árabe y justificar la presencia militar “ilegal” de EE.UU. en suelo iraquí.
Bajo la presión del Gobierno iraquí, las fuerzas estadounidenses se han retirado de varias bases militares clave en Irak. EE.UU., furioso ante tal situación, ha detenido el suministro de municiones y equipos que son vitales en las operaciones de las tropas iraquíes contra la banda takfirí.
Las Al-Hashad Al-Shabi, fuerzas que se crearon tras el surgimiento del EIIL en 2014 y a las que el Parlamento otorgó rango militar en noviembre de 2016, ha desempeñado y sigue desempeñando un papel determinante en la lucha contra los terroristas en Irak.
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