"Estamos decididos a darles caza en el campo de batalla y en cada rincón de Irak, hasta que nos libremos del último terrorista", reza un comunicado emitido este sábado por la Oficina del primer ministro, tras la potente explosión del viernes de un coche bomba en un concurrido mercado iraquí en Jan Bani Saad (provincia de Diyala, a 30 kilómetros de Bagdad, la capital).
"Estamos decididos a darles caza en el campo de batalla y en cada rincón de Irak, hasta que nos libremos del último terrorista", reza un comunicado emitido por la Oficina del primer ministro iraquí.
El ataque considerado por el primer ministro como “un crimen despreciable” de la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe), tuvo lugar cuando la gente estaba celebrando el Eid al-Fitr (fiesta que marca el final del mes sagrado de Ramadán, noveno del calendario islámico).
Según la nota, el atentado del viernes en Diyala pone de relieve la gran indignación de los terroristas por las constantes victorias cosechadas por el Ejército y las tropas voluntarias iraquíes durante sus combates contra el EIIL en diferentes partes del país, sobre todo en la provincia occidental de Al-Anbar.
Las fuerzas iraquíes están lanzando actualmente una amplia ofensiva en Al-Anbar, donde se están cerrando el cerco al grupo takfirí EIIL en dos de las principales ciudades de esta provincia, Al-Ramadi (la capital) y Faluya.
El representante de las Naciones Unidas para Irak, Jan Kubis, expresó su "profundo pesar" por el atentado en Jan Bani Saad, y precisó que "esta terrible carnicería está verdaderamente fuera de todos los límites del comportamiento civilizado".
Por su parte, el Gobierno español ha condenado este sábado "en los términos más enérgicos" el ataque, y ha reiterado su "máximo compromiso y cooperación en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo".
Mediante un comunicado emitido ayer, el grupo terrorista EIIL reivindicó la autoría del acto, e informó que uno de sus integrantes detonó un vehículo que contenía cerca de tres toneladas de material explosivo, causando así graves daños y más de un centenar de muertos.
Las autoridades iraquíes han declarado tres días de luto y han ordenado el cierre de todos los parques y zonas públicas durante el resto de las festividades del Eid al-Fitr, para impedir más atentados.
El Ejército iraquí, tras meses de intensos combates, tomó la última base de EIIL en Diyala y consiguió expulsar a los takfiríes de esta provincia.
El pasado lunes, las fuerzas iraquíes, desde los frentes de Faluya y Al-Ramadi, iniciaron una masiva operación militar para expulsar al grupo terrorista EIIL de la provincia Al-Anbar. Desde esa fecha, ya han recuperado el control de diferentes partes de la provincia.
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