Guatemala conmemoró la firma de los acuerdos de paz que cesaron las hostilidades entre el ejército y la guerrilla hace 28 años, en un acto solemne el presidente Bernardo Arévalo acompañado de varios de los actores que protagonizaron tan anhelada paz recordaron que el olvido y el silencio no son opciones para continuar la lucha contra los perpetradores de las barbaries de la guerra.
Los acuerdos de paz y la ley de reconciliación nacional establecieron amnistía para ambas partes menos para los delitos de lesa humanidad, tortura, desaparición forzada y genocidio, de esa cuenta se entablaron juicios en contra de militares de alto rango incluyendo jefes de Estado que ordenaron masacres, no obstante, la justicia hoy sigue estando del lado de los perpetradores.
Recién una sala de apelaciones anuló el proceso judicial en contra de nueve militares retirados acusados de ordenar decenas de matanzas en contra del pueblo maya Ixil, entre ellos varios de alto rango, a pesar del alto al fuego el saldo fue de cientos de miles de víctimas.
Los daños que causó la guerra aún los arrastran los hijos de las víctimas y que fueron secuestrados en ese oscuro periodo.
Luego de 36 años de guerra y 28 que se firmaran los acuerdos de paz, cientos de niños que fueron dados en adopción a extranjeros, hoy día aún buscan a sus familiares biológicos, una deuda más del estado de Guatemala hacia las víctimas del conflicto armado interno.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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