“Compartimos un enemigo común. Daesh es el enemigo del pueblo sirio y es también nuestro enemigo. Cuando existe un enemigo común, una medida sabia sería crear un frente común”, ha declarado este lunes el vicepresidente del citado Grupo, Jérôme Lambert.
“Compartimos un enemigo común. Daesh es el enemigo del pueblo sirio y es también nuestro enemigo. Cuando existe un enemigo común, una medida sabia sería crear un frente común”, dijo Jérôme Lambert.
En una entrevista concedida este lunes a la emisora francesa Europe 1, el parlamentario francés ha destacado la libertad de los diputados galos, y recuerda que, por esa misma razón, él y un grupo de parlamentarios del país europeo se encuentran en Siria para abordar el caso.
“Estamos en Siria para evaluar la situación”, ha explicado Lambert al respecto, y ha detallado sus visitas a las ciudades de Damasco (capital) Latakia (noroeste) y Homs (oeste), así como a los campos de refugiados de los desplazados sirios, entre otros.
“Como parlamentario, no tengo que estar de acuerdo siempre con tal o cual Gobierno”, dice Lambert, y destaca que el primer deber de un parlamentario es “estar bien informado” antes de expresar opinión.
Desde el sábado, una delegación de tres parlamentarios franceses ha viajado a Siria para entrevistarse con responsables del Gobierno sirio y seguir de cerca la crisis.
Durante la visita estos diputados franceses prevén entrar en contacto con parlamentarios sirios, así como con familiares del antiguo director de antigüedades de la ciudad de Palmira, Jaled al-Asad, decapitado en agosto por el grupo terrorista EIIL.
El pasado jueves 24 de septiembre, el canciller francés, Laurent Fabius, calificó de “inoportuno” el viaje de los tres diputados galos a Siria.
Un día antes, el miércoles, un portavoz del Ministerio de Exteriores de Francia indicó que “no había sido informado” de los planes de los diputados: Gérard Bapt, Jérôme Lambert y Christian Hutin.
No obstante, el pasado 22 de septiembre, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, se sumó al giro de la diplomacia occidental reconociendo la imposibilidad de un proceso de paz en Siria sin el presidente Bashar al-Asad.
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