El sector agrícola francés está en pie de guerra contra el Ejecutivo de París. Conductores de hasta mil tractores se dirigieron a la capital, este miércoles, cuando los granjeros protestaron contra las políticas gubernamentales y los acuerdos comerciales internacionales que, según dicen, perjudican sus negocios y sus niveles de vida.
Los indignados exigen diálogo con el presidente Emmanuel Macron, debido a la eliminación para 2021 del herbicida glifosato, y respecto al tratado de comercio con el Mercado Común del Sur (Mercosur) y Canadá, que hará que aumenten las importaciones.
La marcha multitudinaria es organizada por los dos principales sindicatos agrarios del país. Los indignados se reunieron cerca del Arco del Triunfo y de los Campos Elíseos, donde arrojaron heno con la intención de presionar a Macron para negociar. Los agricultores consideran que las políticas del Gobierno de Macron amenazan su forma principal de vida.
En las últimas semanas, Macron intentó apaciguar los ánimos de los trabajadores al anunciar medidas como una repartición más justa de las ganancias de sus productos. Pero es insuficiente para los colectivos. Los agricultores piden mejores precios de venta de sus productos, entre otras demandas.
Parece que el Gobierno hace oídos sordos a las demandas del sector. Ante las protestas, el ministro de Agricultura, Didier Guillaume, ha defendido la posición del Ejecutivo y dijo que el tiempo mostrará el impacto de sus políticas.
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