Por decimoctavo sábado consecutivo desde hace cuatro meses los llamados “chalecos amarillos” se han vuelto a lanzar a las calles de París, capital de Francia, esta vez se han registrado violentos enfrentamientos entre los agentes de la Policía gala y los manifestantes.
Con estaciones de metro cerradas y escaparates protegidos, el centro de París se había preparado para recibir a miles de manifestantes en las protestas contra el Gobierno de Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Mientras las fuerzas de seguridad se han desplegado ampliamente en la capital, reportan que en la famosa avenida de los Campos Elíseos, la Policía ha usado gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Asimismo, algunos miembros de los ‘chalecos amarillos’ han lanzado petardos llenando dicha zona de humo. Otros han golpeado varias camionetas de la Policía, y otros más han erigido barricadas y quemado al menos un vehículo.
De acuerdo con un balance divulgado por la policía a media mañana, 31 personas han sido detenidas.
Conforme al Ministerio del Interior francés, unas 26 000 personas participaron en las protestas de la semana pasada en todo el país.
Las protestas de los ‘chalecos amarillos’ estallaron en noviembre de forma espontánea (ni los sindicatos ni grupos políticos las convocaron) debido al aumento del impuesto al combustible, pero actualmente convertidos en un movimiento social están provocando una de las peores crisis sociales habidas en Francia en los últimos años. Macron tampoco sale bien parado, ya que, entre otras reivindicaciones exigen su dimisión.
Desde el comienzo de las protestas, más de 10 personas han muerto y 2000 han resultado heridas, además se han reportado 200 casos de abusos por parte de las fuerzas de seguridad.
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