Los denominados “chalecos amarillos” vuelven a salir a las calles de París (capital) en el undécimo sábado consecutivo desafiando las políticas del Gobierno del presidente Emmanuel Macron.
Los manifestantes defienden sus demandas e insisten en que el movimiento continuará hasta lograr sus objetivos.
Las protestas estallaron en origen debido a los planes del Gobierno galo para aumentar los precios del combustible, si bien posteriormente evolucionaron hacia un movimiento más amplio de rechazo a las políticas del presidente y ahora hasta exigen la renuncia de Macron.
En estas 11 semanas de marchas han sido detenidas 2000 personas y unas 10 personas han perdido la vida por la represión policial.
xsh/nii/