Los choques se produjeron cerca del Parlamento federal en la capital belga cuando los manifestantes intentaron abrir el camino hacia el edificio, retirando las barreras policiales. Los agentes del orden utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los indignados.
Los manifestantes rechazan las medidas del Gobierno que violan sus derechos y califican que la eliminación de la licencia por enfermedad de funcionarios públicos es la gota que colmó el vaso.
En esta manifestación todos los sindicatos anunciaron que acatarán la huelga laboral para decir No a la política de recortes.



smd/ncl/tqi/rba