El Ejército sirio entró en Daraa después de que los rebeldes depusieran las armas y cesaran sus hostilidades, conforme a un acuerdo de reconciliación pactado con las fuerzas gubernamentales. En este sentido, los civiles salieron a las calles a festejar la victoria de las fuerzas armadas en la liberación de esta urbe.
En los últimos días, el Ejército sirio ha recuperado una gran superficie de manos de grupos armados y rebeldes. El fin de tal operación, según las fuentes locales, es acabar con la presencia en las zonas rurales de Daraa de los grupos terroristas EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham).
Las operaciones antiterroristas del Ejército sirio en la zona meridional del país preocupan, en grado extremo, al régimen de Tel Aviv y EE.UU. Israel teme que si las tropas sirias recuperan el sur del país árabe, estas puedan avanzar hasta la parte ocupada de los altos del Golán, una meseta siria que controlan los israelíes desde 1967.
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