La reanudación de los ataques israelíes desde el 18 de marzo contra Gaza, rompió un alto el fuego de dos meses que se había alcanzado entre la Resistencia palestina e Israel, tras más de 15 meses de guerra genocida contra la Franja. Estos bombardeos indiscriminados generaron ola de protestas globales. En París, la capital francesa, los manifestantes condenan la complicidad del Gobierno de Emmanuel Macron en este genocidio vendiendo armas al régimen sionista.
Asimismo, miles de británicos protestaron frente la embajada del régimen israelí en Londres, la capital, para solidaridad con los palestinos. Los manifestantes condenaron la violación de la tregua por parte de la entidad sionista matando a cientos personas solo en cinco días.
A medida que el régimen de Israel continúa llevando a cabo bombardeos mortales en Gaza, sube cada día el riesgo de hambruna en la zona, donde desde hace semanas la entidad ocupante ha bloqueado la entrada de alimentos.
Asimismo, las organizaciones internacionales condenan el asedio impulsado por Israel y acusan al régimen de ocupación de utilizar el hambre como “arma de guerra”. También advierten que sin una acción decisiva para evitar un mayor deterioro, los sionistas seguirán con una “limpieza étnica” en el enclave costero palestino.
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