Las decisión se ha tomado este sábado después de que Faymann comparara la gestión del Gobierno húngaro sobre los refugiados con las deportaciones nazis.
El pasado 3 de septiembre, la Policía antidisturbios de Hungría obligó a un grupo de los refugiados a descender de un tren en una ciudad húngara, aunque los inmigrantes se subieron en un tren en la capital húngara Budapest creyendo que se dirigía a la frontera con Austria.
"Subir a refugiados en trenes para enviarlos a un lugar completamente diferente al que se piensan que van me recuerda el capítulo más oscuro en la historia del continente", había denunciado el canciller austríaco.
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