La troika europea, conformada por el eje Berlín-París-Londres, en un comunicado conjunto emitido este domingo, ha dejado claro que el anuncio de EE.UU. de que se hayan vuelto a imponer contra la República Islámica de Irán las sanciones que en su día acordó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), las cuales posteriormente fueron retiradas, carece de todo “efecto legal”.
Los tres países europeos, que participaron en el acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 —integrado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—, han constatado que se cumplen 30 días desde que Washington tratara de recurrir al uso de la cláusula de reactivación inmediata de las sanciones contra Irán, como se contempla en el convenio.
Tras su último fracaso en sus intentos por extender el embargo de armas contra Irán, el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, ha venido anunciando, a bombo y platillo, que pretende restaurar todas las sanciones antiraníes a partir de este domingo, 20 de septiembre.
“Por consecuencia”, han subrayado en su declaración conjunta, la notificación formulada por la parte estadounidense, la cual ha sido elevada a los miembros del CSNU, “no tiene ningún efecto legal”, habida cuenta de que Washington se retiró de forma unilateral del pacto nuclear en mayo de 2018.
De ello se desprende también, han agregado, que “cualquier decisión y acción que se tomen en base a este procedimiento o su posible resultado, tampoco tendrán ningún efecto legal” en lo que compete a la plena implementación del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—.
Por último, Alemania, Francia y el Reino Unido han expresado que mantienen su compromiso con la plena implementación de la Resolución 2231 del CSNU, por la que el convenio nuclear fue respaldado en 2015. “Hemos trabajado sin descanso para preservar el acuerdo nuclear y seguimos comprometidos a hacerlo”, han recalcado en su nota informativa.
Las autoridades iraníes han denunciado el “intento a la desesperada” de EE.UU. por prorrogar los embargos contra la República Islámica, y han asegurado que el país norteamericano sufrirá otra “derrota humillante” y se verá más aislado en la comunidad internacional debido al rotundo rechazo, por parte del CSNU, a sus medidas unilaterales.
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