Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han instado este lunes a Estados Unidos a unirse a un nuevo esfuerzo para dar vida a las conversaciones de paz, largamente estancadas, entre Israel y los palestinos, y además, han expresado su rechazo al llamado ‘acuerdo de siglo’, anunciado el pasado 28 de enero por el presidente de EE.UU., Donald Trump, como base para cualquier proceso internacional.
“Este impulso se puede utilizar para comenzar un esfuerzo internacional conjunto de la base de los parámetros existentes acordados internacionalmente”, ha declarado el jefe de la Diplomacia de la UE, Josep Borrell.
Borrell, de este modo, se ha referido a la necesidad de una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí, con base en las fronteras de 1967 y que tenga a Al-Quds (Jerusalén) como su capital.
Asimismo, ha destacado que la UE ha dejado en claro la importancia de alentar a los israelíes y palestinos a participar en un proceso político creíble y significativo para encontrar una solución adecuada.
“Para nosotros, no hay otra forma que reanudar las conversaciones”, ha agregado, para entonces insistir que cualquiera nueva iniciativa debe respetar los parámetros acordados internacionalmente.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, por su parte, ha subrayado que ambas partes deben encontrar una manera para hablar y negociar a fin de revivir el proceso de paz en la región.
“Un formato multilateral ciertamente podría ser el marco adecuado para esto, y estamos preparados para apoyar cualquier iniciativa en esta dirección, y me alegraría si nuestro colega de Washington también estuviera preparado para hacer esto”, ha dicho al respecto el jefe de la Diplomacia de Alemania.
El llamado ‘acuerdo del siglo’, propone convertir la ciudad palestina de Al-Quds en la capital “indivisible” de Israel, denegar el derecho al retorno a los refugiados palestinos, reconocer todos los asentamientos israelíes en la ocupada Cisjordania y, desmilitarizar el futuro Estado palestino; las autoridades palestinas, además de la comunidad internacional, han condenado tal iniciativa en reiteradas ocasiones.
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