Los participantes portaban pancartas con diversos eslóganes, entre ellos “No olvidaremos nunca el genocidio en Srebrenica” o “Lo Recordamos”, mientras condenaban los crímenes de lesa humanidad perpetrados por las tropas del Ejército de la República Srpsks en esa zona, considerada como la región oriental de Bosnia.
Una representante del grupo (fundado en 2013) contó que la acción se debía, en especial, a ciertas negaciones que existen sobre este suceso violento, de este modo, calificó de imperativo aceptar los dolores y sufrimientos de las víctimas de esta tragedia y convertirla en un recuerdo en la memoria histórica del mundo.
La Fiscalía especial serbia de crímenes de guerra reconoció, el mes pasado, que nunca había tratado un crimen de tal magnitud.
El pasado primero de enero, el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY), con sede en la ciudad holandesa de La Haya, consideró culpable al excoronel serbobosnio Ljubisa Beara y al teniente coronel Vujadin Popovic de genocidio durante la guerra de los Balcanes.
En este contexto, el TPIY confirmó el miércoles una sentencia de cadena perpetua contra el exmilitar serbobosnio Zdravko Tolimir por su implicación en el genocidio de musulmanes de este de Bosnia en 1995.
Al menos 8000 musulmanes bosnios, la mayoría de ellos hombres y niños, fueron asesinados el 11 de julio de 1995 en los alrededores de la ciudad de Srebrenica por las fuerzas del Ejército de la República Srpska, bajo el mando del general Ratko Mladić.
La masacre se registró a finales de la Guerra de Bosnia (1992-1995), mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había declarado la ciudad de Srebrenica como una zona segura.
Sin embargo, los cascos azules no ofrecieron resistencia cuando los serbios, comandadas por el jefe del Ejército serbobosnio el general Ratko Mladić, invadieron la ciudad de mayoría musulmana.
Posteriormente, los asesinatos fueron clasificados como genocidio por la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) y el TPIY.
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