“Según el proyecto de reforma consultado por The Financial Times, el registro de todas las solicitudes de asilo podría ser transferido a la OEAA”, agencia de la UE con sede en la capital de Malta, La Valeta, escribe el periódico.
Según el proyecto de reforma consultado por The Financial Times, el registro de todas las solicitudes de asilo podría ser transferido a la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (OEAA)”, ha publicado este domingo el diario londinense The Financial Times.
La propuesta será defendida por la Comisión Europea (CE) en la cumbre de dirigentes de la UE prevista para este lunes, 7 de marzo, y constituye una revisión radical de la política de refugiados de Bruselas, en el contexto de la crisis creada por la mayor afluencia de solicitantes de asilo desde la IIª Guerra Mundial.
Los solicitantes deberán presentar su requerimiento en el primer país de la UE al que lleguen, según el Acuerdo de Schengen de 1985, cuya aplicación, sin embargo, no es sistemática desde la eclosión de la crisis de refugiados iniciada el año pasado a raíz de los distintos conflictos en Siria, Irak o Afganistán: países donde los países occidentales apoyan o han apoyado a los grupos terroristas.
La tensión entre los países europeos por asumir la carga de atención a los refugiados se agrava desde hace meses, y se multiplican las voces de alerta sobre un posible “colapso” del espacio Schengen, e incluso de la propia UE.

La canciller alemana, Angela Merkel —muy criticada en su país por su política de puertas abiertas—, ha llamado recientemente al bloque a ayudar a Grecia, país de paso principal para el flujo de personas procedentes de Turquía, y a “restablecer el sistema Schengen” de apertura de fronteras dentro de la UE.
Este domingo, el canciller austriaco, Werner Faymann, ha declarado al diario local Kurier que Berlín “debe” establecer un número máximo para las solicitudes de asilo que aceptará y evitar así el calificado “efecto llamada”, por el que gran número de personas se dirige a un país pensando que podrá regularizar su situación.
En la misma línea, Faymann, del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ, en alemán), tildó a finales de febrero al Gobierno griego de “agencia de viajes” para migrantes.

Por su parte, el Gobierno de Macedonia —país de 2 millones de habitantes que no forma parte de la UE—, confrontado estas últimas semanas a los esfuerzos de varios miles de personas para cruzar la frontera desde Grecia, ha anunciado este domingo que solo aceptará refugiados procedentes de “ciudades”, y no de países en guerra, lo que excluiría a los bagdadíes y a los damascenos.
En la cumbre de este lunes se espera que los dirigentes de la UE traten de presionar al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, para que su Gobierno contribuya a frenar la llegada de solicitantes de asilo.
El pasado mes de noviembre, el bloque europeo ofreció a Ankara reactivar su procedimiento de ingreso en la UE y una contribución financiera de 3000 millones de euros por su colaboración en ese sentido. Los europeos esperan que Turquía instaure de aquí a junio un sistema para readmitir en su territorio a “los migrantes irregulares”.
En distintas ocasiones, la asociación pro derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres, capital del Reino Unido, ha denunciado como “vergonzosa” y “fracasada” la actitud frente a la crisis de los países de la UE, donde se ha observado un gran aumento de la xenofobia y de ataques a centros de asilo, especialmente en Alemania.
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