Dicha decisión se ha producido en respuesta al anuncio de la canciller del gobierno de facto de Bolivia, Karen Longaric, de enviar una carta a la Cancillería española “denunciando atropellos y reclamando el cumplimiento riguroso” de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, después de que la encargada española de Negocios “ad interim”, Cristina Borreguero visitara esta representación diplomática.
Según Longaric, personas identificadas como funcionarios de la embajada de España en Bolivia, acompañadas por personas con el rostro cubierto, “intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina” a la sede diplomática de México en La Paz este viernes.
La canciller ha recalcado que la Policía del gobierno de facto de Bolivia ha “frenado el ingreso de los vehículos a las instalaciones”, mientras ha agregado que la presencia de personas encapuchadas en el condominio “representaba una potencial amenaza”.
Asimismo, ha acusado a la misión diplomática de España de afectar “profundamente la dignidad y soberanía” de Bolivia y de poner en riesgo la integridad física de los huéspedes temporales, del propio personal mexicano y de los vecinos de la zona.
#Bolivia 🇧🇴
— Exteriores (@MAECgob) December 27, 2019
El @MAECgob ha acordado abrir una investigación en relación a los hechos acaecidos durante la visita de la Encargada de Negocios ad interim de #España a la Embajadora de #México en Bolivia.#Comunicado: https://t.co/cd4k9ztYUD
La embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, a su vez, ha denunciado a través de un tuit que la Policía boliviana había detenido el automóvil con placas diplomáticas en el que viajaban Borreguero y el cónsul de España en el país andino, Álvaro Fernández.
El lunes, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México condenó en un comunicado la “excesiva vigilancia” alrededor de su embajada en Bolivia.
Las relaciones entre México y el gobierno de facto boliviano se han tensado después de que el presidente del país azteca, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ofreciera en noviembre pasado asilo al depuesto mandatario boliviano, Evo Morales.
México ha repudiado sistemáticamente el golpe de Estado contra Morales y se ha negado a reconocer a la autoproclamada Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia.
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