La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) acusó el miércoles a Irán de realizar un supuesto cambio no declarado en la interconexión entre los dos grupos de centrifugadoras avanzadas que enriquecen uranio hasta un 60 % de pureza en su planta de Fordo, situada a 180 kilómetros al sur de Teherán (la capital).
Al respecto, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, criticó al director general de la AIEA, Rafael Grossi, por politizar temas relacionados con el programa nuclear del país persa.
Informó que Teherán ha enviado una carta a la AIEA en la que denuncia que Grossi ha circulado a los medios un informe erróneo que presentó un inspector luego de visitar las instalaciones nucleares iraníes.
“Esta es una actitud poco profesional e inaceptable y esperamos que esta práctica no continúe (...) porque no es aceptable para su reputación [de Grossi] y la de la Agencia”, subrayó el viernes Eslami en una entrevista con la televisión estatal iraní.
En noviembre, Irán informó a la AIEA de que había comenzado a enriquecer uranio al 60 % de pureza en el sitio de Fordo y detalló que la medida era una “respuesta fuerte” a la última resolución de la Agencia que acusaba al país persa de “falta de cooperación” para resolver el caso de los supuestos “restos de uranio encontrados en tres emplazamientos no declarados”.
Irán desestimó la resolución por considerarla “políticamente motivada” y lamentó que, pese a haber proporcionado la información necesaria y el acceso a la AIEA, el organismo internacional ha repetido en varias ocasiones las acusaciones sobre la supuesta existencia de rastros de uranio en sitios no declarados.
La República Islámica ha asegurado una y otra vez que no hay actividad ni sitio nuclear no declarado en Irán, y subraya que todas estas acusaciones son parte de una campaña de propaganda contra el país persa.
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