Con sólo siete semanas hasta que el Reino Unido salga de la Unión Europea, el futuro del Brexit continúa tan incierto como siempre, con posibles resultados que van desde la salida sin acuerdo para la quinta economía más grande del mundo, hasta el revocatorio del referéndum de 2016. Ahora: otro desafío para el premier británico: el alto tribunal de Escocia declaró ilegal la suspensión del Parlamento.
El Gobierno británico dijo que apelará de inmediato ante el Tribunal Supremo. La Corte evaluará el caso, el próximo martes. Esto mientras que el opositor partido laborista agradeció el fallo e instó a Johnson a cancelar inmediatamente la suspensión.
Mientras tanto, el negociador británico para el Brexit, David Frost, llegó a Bruselas para conversar con sus homólogos de la Unión Europea (UE).
Boris Johnson trata de persuadir a la Unión Europea para que le dé un acuerdo en una reunión de líderes europeos, dos semanas antes del día del Brexit o deberá enfrentar un mandato parlamentario para solicitar un aplazamiento hasta 2020.
Johnson, que suspendió el martes el Parlamento por cinco semanas, justificó su decisión por la necesidad de elaborar y presentar su programa de política nacional. Sin embargo, los opositores a un Brexit sin acuerdo denunciaron la estrategia como un intento para atarles las manos.
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