La Cámara de los Comunes ha rechazado este martes por una aplastante mayoría el acuerdo de Brexit —la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE)— con los votos en contra de 432 diputados, frente a 202 a favor, pese a las advertencias de la primera ministra británica sobre la “incertidumbre” que provocaría esta decisión.
“Es la votación más importante en la que participaremos todos nosotros en nuestras carreras políticas. Definirá el futuro de Reino Unido por décadas”, dijo May en su apasionada intervención en el Parlamento británico antes de que se realizara la votación.
Pero 118 del total de 317 diputados conservadores de la Cámara de los Comunes han votado en contra de la propuesta de su líder, lo que muestra la crisis interna en el seno del Partido Conservador británico.
Es la votación más importante en la que participaremos todos nosotros en nuestras carreras políticas. Definirá el futuro de Reino Unido por décadas”, ha dicho la primera ministra británica, Theresa May, en su intervención ante el Parlamento antes de la votación del acuerdo del Brexit.
Ahora, la primera ministra May tiene tres días para presentar al Parlamento británico un nuevo acuerdo para el Brexit, algo casi imposible dado el largo periodo que tomó presentar el acuerdo que ha sido rechazado en esta sesión y el hecho de que la UE también tiene que dar su visto bueno al nuevo acuerdo.
El ya fracasado acuerdo negociado por May, según los diputados euroescépticos, hacía concesiones inaceptables a la Unión Europea, pero incluso los proeuropeos veían en él condiciones peores a las que tiene el país actualmente como miembro del bloque.
Su punto más conflictivo es el denominado ‘backstop’, un mecanismo ideado para evitar la reinstauración de una frontera dura en la isla de Irlanda y que, según los euroescépticos podía mantener a Reino Unido atrapado en las redes europeas indefinidamente.
El Brexit se ha convertido así pues en un callejón sin salida. El rechazo al acuerdo del Brexit pone en cuestión el actual calendario, que prevé completar la salida el 29 de marzo. Bruselas, que estudia las fórmulas políticas y jurídicas necesarias para acordar un posible retraso del Brexit, podría prorrogar el período de negociación para la salida del Reino Unido de la UE.
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