En su intervención en la 7.ª Cumbre Internacional de Solidaridad con los Niños y Adolescentes Palestinos, celebrada este lunes en Teherán, capital iraní, el representante del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en Teherán, Seyed Abdulá Safi al-Din, ha enfatizado que la Resistencia ganó en El Líbano debido a la idea de que el mártir de la Resistencia, Seyed Hasan Nasralá, siguió con seriedad y firmeza.
Ha resaltado que Nasralá fue capaz de gestionar y organizar un estilo de lucha y confrontación, y durante su era, el camino de la Resistencia en El Líbano se fortaleció.
Safi al-Din ha afirmado que quizás no se pueda encontrar a un personaje ejemplar como Nasralá, pero las bases de la Resistencia son como un árbol fuerte y sólido.
Al respecto, ha declarado que tal como Hezbolá continuó operando después del asesinato de Musavi y se hizo más fuerte con el liderazgo de Nasralá, ahora con su martirio, el marco organizativo del movimiento no experimentará ningún problema.
“El mártir Nasralá ha creado un árbol fuerte y sólido, y después de su martirio, el movimiento de la Resistencia de El Líbano seguirá operando cada vez más fuerte, como lo hemos visto en los últimos días. Así que no se preocupen, quien asuma la responsabilidad como nuevo secretario general seguirá con firmeza esta línea y este camino”, ha dicho dirigiéndose a los participantes.
Teherán fue este lunes anfitrión de la 7.ª Cumbre Internacional de Solidaridad con los Niños y Adolescentes Palestinos y también, la conmemoración del martirio del secretario general de Hezbolá, Sayed Hasan Nasralá, y del jefe del buró político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, con la Participación de 30 delegados extranjeros de todo el mundo, incluidos Irak, El Líbano, Baréin, Yemen, Afganistán y Pakistán.
Nasralá cayó mártir el 27 de septiembre, luego de que el régimen de Israel, usando 85 toneladas de explosivos, arrasó el terreno tras una campaña genocida desde el sur de El Líbano hasta Beirut (la capital). A los 64 años, Nasralá alcanzó el martirio para preservar la causa de la nación islámica y Palestina, y allanar el camino hacia el fin de la ocupación israelí.
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