Los pakistaníes condenaron su asesinato y los estadounidenses en una manifestación en Nueva York calificaron a Washington de cómplice de los sionistas en los crímenes que comete.
Miles de personas, entre ellos mujeres y niños, se movilizaron en Islamabad, capital de Pakistán, para denunciar el asesinato de Seyed Hasan Nasralá, secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano, Hezbolá. Los participantes portaban imágenes de este líder libanés y el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Los manifestantes aseguraron que seguirán fieles a la Resistencia y apoyarán a Palestina hasta que se libere de la ocupación israelí. Asimismo, dijeron que el régimen de Tel Aviv al asesinar a Nasralá no cambiará nada para ellos.
También en la ciudad estadounidense de Nueva York, centenares de personas, bajo la lluvia, protestaron contra los ataques israelíes en Gaza y el Líbano. Denunciaron que el objetivo principal de los bombardeos de Israel son civiles.
Los manifestantes, como en muchas otras ocasiones, denunciaron el apoyo financiero, militar y político de Washington a Israel. Dijeron que el régimen sionista trata de arrastrar a los Estados Unidos y al resto del mundo a esta guerra.
El viernes, el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, cayó mártir en un ataque aéreo que llevó a cabo el régimen sionista contra un barrio residencial, en el sur de Beirut, capital de el Líbano. Desde el anuncio de la noticia, varios países regionales e internacionales han condenado el crimen israelí.
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