En declaraciones ofrecidas el lunes durante una reunión con Jeanine Hennis-Plasschaert, coordinadora especial de las Naciones Unidas para El Líbano, el ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdulá Bou Habib, instó a la ONU a “intensificar sus esfuerzos para detener la agresión israelí contra El Líbano y evitar que la región caiga en un torbellino de respuestas de represalia” que podrían conducir al estallido de una guerra regional total.
En este contexto, reiteró el compromiso de Beirut con la implementación plena e integral de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como “la única solución para traer la calma al sur de El Líbano”.
Hezbolá tiene derecho a responder a la agresión israelí
Mientras tanto, el presidente del Parlamento de El Líbano, Nabih Berri, en afirmaciones citadas por el diario Al-Joumhouria, ha dejado claro este martes que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) “tiene derecho de responder a la agresión israelí”.
Asimismo, ha denunciado que el régimen ha estado violando deliberadamente las reglas de enfrentamiento al atacar a civiles y áreas profundas dentro del territorio libanés.
Berri ha apostillado que la “sensible” situación actual requiere “el más alto nivel de unidad” entre el pueblo libanés para proteger al país contra las amenazas israelíes.
Los funcionarios de Hezbolá han afirmado repetidamente que no quieren una guerra con Israel, aunque subrayan que están preparados en caso de que ocurra.
Israel ha estado realizando numerosos ataques esporádicos contra el sur de El Líbano desde el 7 de octubre, cuando lanzó una guerra genocida en la Franja de Gaza.
De hecho, este mismo martes, un bombardeo aéreo israelí ha matado a cinco personas en una zona residencial en la ciudad sureña de Nabatiya. Algunas fuentes israelíes afirman que tres comandantes de Hezbolá han muerto en esta operación.
Por su parte, Hezbolá ha respondido con una serie de ataques con drones y misiles contra objetivos israelíes en la Palestina ocupada.
Sin embargo, lo que ha disparado la tensión ha sido los recientes crímenes de Israel, el asesinato de Fuad Shukr, un alto comandante militar de Hezbolá y asesor del secretario general del movimiento, Seyed Hasan Nasralá, en una operación israelí contra el sur de Beirut, así como el asesinato del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, en Teherán.
Ante estos crímenes Irán y los grupos de Resistencia regional han prometido venganza.
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