El Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) condenó el viernes el ataque terrorista perpetrado la misma jornada contra una mezquita en Kandahar, sur de Afganistán, y expresó su profundo pesar por la pérdida de vidas inocentes, en concreto, de al menos 68 muertos y 80 heridos.
En un comunicado, denunció los crímenes del grupo terrorista Daesh por elegir las mezquitas para atentar contra la vida de fieles musulmanes.
Al respecto, Hezbolá hizo hincapié en que las autoridades afganas no deben dejar que las mezquitas y los fieles sean “un blanco fácil para lobos humanos que dejó Estados Unidos”, pues solo buscan “sembrar el caos y la destrucción [en Afganistán] en represalia por su derrota [de Washington] después de una larga invasión”.
En este sentido, instó a las autoridades del país centroasiático a detener a los asesinos, imponerles un castigo justo y tomar medidas proactivas para evitar que cometan más crímenes, se lee en la nota.
Además, llamó a un movimiento amplio y rápido en toda la comunidad islámica con el fin de enfrentarse a los pensamientos desviados de los enemigos.
Daesh se atribuyó la responsabilidad del ataque contra la mezquita donde cientos de fieles se congregaban para el rezo del viernes, lo que ocurrió una semana después de que otra explosión de bomba en una mezquita chií en la provincia de Kunduz, en el norte del territorio afgano, dejara más de 100 muertos, también realizado por el mismo grupo terrorista.
Últimamente, han ocurrido un sinnúmero de actos de violencia en Afganistán desde que el grupo armado Talibán tomara el control de la capital el pasado 15 de agosto, tras la salida de las tropas de EE.UU. del país centroasiático después de 20 años de su invasión, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer a los talibanes, así como entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad afganas.
De hecho, la Administración del presidente norteamericano, Joe Biden, es objeto de duras críticas tanto de la comunidad internacional como por parte de los propios estadounidenses debido a su precipitada decisión sobre la retirada de tropas del país asiático.
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