En unas declaraciones ofrecidas este miércoles con motivo de la festividad del Eid al-Adha (la Fiesta del Sacrificio), el vicepresidente de la Asamblea Suprema de El Líbano, sheij Ali al-Jatib, ha explicado sobre los últimos acontecimientos del país, subrayando que ya todo el mundo es consciente de la presión que mantiene el Gobierno estadounidense sobre el pueblo libanés.
“Washington está imponiendo sanciones a El Líbano y presionando a los políticos libaneses para evitar que Beirut abra sus puertas a Siria, Rusia, Irán y China”, ha destacado.
Al mismo tiempo, ha agregado Al-Jatib, el país norteamericano intenta mostrar una “falsa simpatía” por el pueblo libanés. “Aunque apo ya plenamente a su aliado sionista, expresa falsamente su preocupación por los intereses de los libaneses”, ha aseverado.
En este sentido, ha señalado que el Eje de la Resistencia—formado por Irán, Irak, Rusia, Siria y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá)— ha dado grandes logros contra el eje del enemigo, liderado por las “potencias coloniales” que buscan devolver la región a un “período de tutela”.
Conforme al funcionario libanés, el proyecto de estas potencias coloniales falló en la destrucción de El Líbano, Siria e Irak, y su deseo de crear un “gran Israel” también fue fracasado con el llamado acuerdo del siglo de EE.UU. “Asimismo, la operación palestina ‘Espada de Al-Quds’ rustró la judaización de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén)”, resalta.
“Hoy nos enfrentamos al escenario de la derrota del nuevo colonialismo en El Líbano, lo cual ha provocado que luego del fracaso de la derrota de su poder militar, el enemigo decida utilizar presiones económicas y políticas para hacer rendir a la nación libanés”, ha puntualizado Al-Jatib.
El político libanés ha concluido que la única opción para los países y naciones musulmanes de la Resistencia es mostrar aún “más resistencia” y “solidaridad”, puesto que, “el final de esta batalla será la victoria: la destrucción de la base principal del colonialismo, el régimen de Israel”, ha acentuado.
El Líbano ha entrado en una crisis socio-política tras la potente explosión registrada el 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut (capital libanesa), un trágico incidente que dejó cientos de muertos y heridos, llevando a la dimisión del Gobierno de Hasan Diab.
Por su parte, el premier designado libanés, Saad Hariri, que llegó a su cargo en reemplazo de Diab, tras casi nueve meses de negociaciones, renunció el pasado jueves sin poder formar un nuevo gobierno, dificultando aún más la tarea del Gobierno libanés a buscar una salida a la crisis que sufre el país.
Hezbolá culpa a EE.UU. de la situación que atraviesa el país árabe, pues, denuncia, Washington trata de sacar provecho político de las crisis social, humanitaria y económica que aquejan a El Líbano para allanar el terreno para una mayor injerencia en los asuntos internos de dicha nación y apoderarse así de su petróleo
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