• El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz. (Foto: AP)
Publicada: martes, 25 de marzo de 2025 8:29

Una filtración sin precedentes revela cómo la Administración de Donald Trump coordinó ataques militares en Yemen mediante una aplicación de mensajería encriptada.

El periodista Jeffrey Goldberg, director de la revista progresista The Atlantic, fue incluido por error en un grupo de altos funcionarios estadounidenses, lo que permitió filtrar tensiones internas y críticas a Europa en medio de las decisiones bélicas de la administración Trump.

El fallo de comunicación expuso discusiones confidenciales entre altos funcionarios de EE.UU., incluido el vicepresidente J.D. Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth, sobre los bombardeos en Yemen.

El incidente, confirmado por la Casa Blanca, no solo evidencia la informalidad en el manejo de información clasificada, sino también las divisiones dentro del gabinete de Trump respecto a la estrategia en el sureste asiático.

 

El primer mensaje difundido data del 11 de marzo, cuando Jeffrey Goldberg recibió una solicitud de contacto en la aplicación de mensajería encriptada Signal por parte de un usuario bajo el alias “Michael Waltz”, asesor de seguridad nacional de Trump.

Dos días después, el periodista fue añadido a un grupo titulado Grupo pequeño de la PC huti, donde, además del vicepresidente J.D. Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth, participaban otros 18 funcionarios.

“Pensé que era una broma o un intento de phishing”, admitió Goldberg en su artículo. Sin embargo, la conversación pronto derivó en un debate sobre el momento y los alcances de un ataque aéreo en Yemen.

Uno de los puntos que más sorprendió al periodista fue la postura de Vance sobre la intervención en Yemen. En el grupo, el vicepresidente expresó su frustración con la estrategia, argumentando que la operación solo beneficiaba a Europa. “Detesto tener que rescatar a Europa otra vez”, afirmó.

Vance sostuvo que Estados Unidos estaba cometiendo un error al involucrarse en la crisis del Mar Rojo, ya que los yemeníes atacaban barcos comerciales que transitaban por el canal de Suez, una ruta clave para Europa pero menos relevante para EE.UU.

“El 3% del comercio estadounidense pasa por el canal de Suez. El 40% del comercio europeo también. Existe un riesgo de que la gente no entienda esto”, aseveró Vance.

Para calmar las dudas, el asesor de seguridad Waltz propuso que la Casa Blanca evaluara el costo de la operación y presionara a Europa para financiar el ataque.

Pero la estrategia no solo se centraba en el aspecto militar o económico. En un mensaje directo, el secretario de Defensa dejó claro que había otra prioridad: “Nadie sabe quiénes son los hutíes. Tenemos que centrarnos en que Biden fracasó”.

Hegseth, por su parte, insistió en actuar de inmediato. “Los riesgos de esperar son que esto se filtre o que Israel actúe primero”, advirtió.

Su justificación era proteger las rutas marítimas que EE.UU. custodia, al tiempo que criticaba a los europeos por depender de la seguridad naval estadounidense.

Goldberg relató que, pocas horas después de la discusión, EE.UU. lanzó ataques contra la capital, Saná, y otras ciudades yemeníes. La confirmación de la operación lo convenció de que el chat era auténtico.

La Casa Blanca, en un comunicado, reconoció la veracidad de la conversación, pero la defendió como parte de una “coordinación reflexiva”. Sin embargo, el senador demócrata Chris Coons exigió una investigación. “Si usaron sistemas no seguros para discutir planes de guerra, es una violación grave”, advirtió.

Trump, por su parte, restó importancia al incidente. “No sé nada de eso. The Atlantic es una revista en quiebra”, declaró en un acto público, aunque posteriormente pidió más detalles a los periodistas.

Mientras tanto, las Fuerzas Armadas de Yemen han atacado buques en el Mar Rojo durante meses en protesta por la agresión del régimen sionista en Gaza.

En enero, un alto el fuego temporal redujo las tensiones, pero la reanudación de las hostilidades por parte del régimen de Tel Aviv, junto con el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria en Gaza, avivaron nuevamente el conflicto.

La designación de Ansarolá, al frente de la Resistencia Yemení, como “organización terrorista” por parte de la administración Trump en marzo fue el preludio de los bombardeos. Sin embargo, la filtración revela que la decisión no fue unánime; mientras Vance cuestionaba el timing, Hegseth y otros insistieron en la urgencia, incluso usando emojis de banderas y bíceps para celebrar los ataques.

Goldberg destacó el uso de Signal—una aplicación común para logística, pero no para operaciones militares—y la configuración de mensajes autodestructivos, lo que podría violar leyes de transparencia.

Esta infiltración en una reunión interna de la administración de Donald Trump expone múltiples debilidades dentro del gobierno estadounidense, entre ellas la falta de racionalidad de sus autoridades al tomar decisiones sobre matanzas en otros países y el uso de medios de comunicación poco seguros para reuniones de alto nivel.

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