Estados Unidos eliminó de su agenda la restauración del pacto nuclear de 2015 y, en lo que respecta a las relaciones con Irán, presta atención a la cooperación técnico-militar de este país con Rusia, así ha señalado este jueves el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price durante una rueda de prensa.
“El JCPOA (Plan Integral de Acción Conjunta, por sus siglas en inglés) ha estado, desde hace meses, fuera de la agenda. En la parte superior de nuestra agenda está hacer todo lo posible para [...] contrarrestar la creciente cooperación en seguridad entre Irán y Rusia”, ha explicado el vocero estadounidense.
Esto, mientras que Irán ha acusado en reiteradas ocasiones a EE.UU. de conducir los diálogos nucleares hacia un proceso de desgaste, alertando en diversas ocasiones a Washington y sus aliados europeos de que la ventana de las conversaciones no se mantendrá abierta para siempre.
Desde abril de 2021, Irán lleva dialogando con los miembros del PIAC —Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China — y, de forma indirecta, con EE.UU., sobre la restauración del acuerdo nuclear, que quedó en el limbo tras la salida unilateral de Washington en mayo de 2018 y la eliminación de las sanciones reimpuestos a la nación iraní tras esta retirada ilegal.
En este sentido, el país persa ha exigido que Estados Unidos brinde garantías de que no abandonará un pacto nuevamente, antes de que pueda volver a ingresar al acuerdo. Washington se ha negado a dar una garantía legalmente vigente, lo que hace que los negociadores iraníes sospechen de la seriedad de la Administración de Joe Biden en las conversaciones.
Por otra parte, la creciente relación entre Irán y Rusia pone a Estados Unidos en una encrucijada, que usa su arma favorita, las sanciones, para contrarrestar a la alianza, pero lo único que consigue es acercar los vecinos cada vez más.
Las palabras de las autoridades del país norteamericano muestran que la colaboración íntima entre Teherán y Moscú es el dolor de cabeza para Washington, por tanto, mueve todos los resortes para destruirla, una cooperación que desde Irán y Rusia dicen a Estados Unidos no le incumbe comentar de ello.
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