La tragedia ocurrió el 3 de julio de 1988, casi al final de la guerra impuesta por Irak a Irán, con el pleno apoyo del Occidente, cuando el avión comercial sobrevolaba el estrecho de Ormuz cubriendo su propia ruta de vuelo desde la ciudad sureña de Bandar Abás hacia Dubái.
El avión iraní con 290 pasajeros, entre ellos 66 niños, fue derribado por misiles lanzados por el crucero lanzamisiles USS Vincennes de la Armada de Estados Unidos en el Golfo Pérsico.
Funcionarios estadounidenses justificaron esta tragedia humana alegando que el crucero confundió el vuelo 655 de la aerolínea Iran Air con un avión de guerra, esto mientras USS Vincennes estaba bien equipado con sistemas de radar altamente sofisticados y el equipo de batalla electrónico.
Washington nunca pidió disculpas por lo sucedido y en lugar de castigar a los responsables del ataque, condecoró con una medalla de honor al comandante de la flota, el general William Rogers.
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