Pompeo se reunió el lunes con la líder del grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) en la que se consideró como un miembro de este grupo y le exigió a utilizar todas sus capacidades contra la República Islámica.
El exsecretario de Estado norteamericano aseveró que era “especial” para él estar entre los miembros de esta organización, que tiene la sangre de más de 12 000 iraníes en sus manos.
Durante el encuentro, la jefa del infame grupo terrorista también afirmó que continuará sus actos contra la República Islámica y pidió la imposición de “sanciones integrales” contra Irán para aislar al país.
Durante su controvertida visita a Albania, la sede del grupúsculo antiraní, tanto Pompeo como Rayavi indicaron que apoyan los recientes disturbios provocados por un número limitado de personas en algunas partes del país tras la decisión del Gobierno iraní de reformar un sistema de subsidios que cubría varios bienes básicos.
El MKO de mala fama tiene actualmente su sede en Albania, donde disfruta de libertad de actividad después de haber sido excluido de la lista de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en 2009 y 2012, respectivamente.
El grupo organiza regularmente grandes eventos en los que altos funcionarios estadounidenses y europeos, así como de Arabia Saudí, pronuncian discursos en apoyo del MKO.
Desde su fundación, el MKO lanzó una campaña de bombardeos y asesinatos en Irán. De los casi 17 000 iraníes muertos en ataques terroristas en las últimas cuatro décadas, unos 12 000 han sido víctimas de los actos terroristas del grupo.
Funcionarios iraníes han condenado la “hipocresía desvergonzada” de Estados Unidos y sus aliados europeos al apoyar un grupo terrorista que tiene las manos manchadas de sangre iraní.
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