• El sistema de defensa área THAAD, de fabricación estadounidense, lanza un misil balístico durante una prueba. (Foto: Reuters)
Publicada: miércoles, 4 de mayo de 2022 22:15

Un estudio señala la persistente búsqueda de EE.UU. de aliados en el Indo-Pacífico dispuestos a albergar sus misiles balísticos para mostrar músculo ante China.

En un estudio publicado recientemente, la corporación estadounidense RAND ha analizado la probabilidad de que los aliados de EE.UU. en la región del Indo-Pacífico —a saber: Australia, Japón, Filipinas, Corea del Sur y Tailandia— acepten albergar los misiles balísticos de alcance intermedio (IRBM, por sus siglas en inglés) del país norteamericano y, por ende, se atengan a los inconvenientes y beneficios de inclinarse por esta alternativa.

De acuerdo al informe, la estrategia norteamericana, que se fundamenta en que un aliado acepte acoger permanentemente estos IRBM basados en tierra, “está destinada al fracaso, debido a su incapacidad para encontrar un socio dispuesto en la región del Pacífico”.

Ante tal coyuntura, el estudio sugiere que, en la ausencia de anfitriones deseosos, Washington debe alentar a Japón a desarrollar un arsenal de misiles propio para poner entre las cuerdas a los barcos chinos, utilizando así a Tokio como un instrumento en su guerra sin restricciones contra Pekín.

 

Después de que EE.UU. se retirara del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) en 2019, buscó desarrollar y desplegar misiles terrestres con alcances entre 500 y 5500 km.

Esto inmediatamente provocó un debate sobre dónde Estados Unidos desplegaría esos misiles. Dado que China no era signataria del INF y había desarrollado sus propios misiles, los estadounidenses pusieron en la mira a la región del Indo-Pacífico.

Al respecto, RAND examina las alternativas a la base permanente de misiles estadounidenses en los territorios de los aliados, pero encuentra inconvenientes con cada alternativa y, por lo tanto, recomienda que Japón desarrolle un arsenal de capacidades de misiles antibuque con base en tierra a instancias de EE.UU.

La probable receptividad para albergar dichos sistemas es muy baja, mientras que se mantengan las condiciones políticas internas actuales y las tendencias de seguridad regional”, matiza el documento, refiriéndose a Tailandia, Australia, Corea del Sur, Filipinas y Japón.

El texto sugiere que, para continuar buscando los misiles terrestres de alcance intermedio (GBIRM, por sus siglas en inglés) para el Indo-Pacífico, la estrategia con más probabilidades de éxito sería concentrarse en Japón.

Washington ha realizado en los últimos años grandes esfuerzos para entrar en la estratégica región del Indo-Pacífico, con el único objetivo de contrarrestar el ascenso del gigante asiático. Los intentos, sin embargo, no han producido resultados.

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