Esta es la voluntad popular de palestinos y estadounidenses que se suman a las masivas muestras de repudio ante las atrocidades del régimen sionista de Tel Aviv y su líder fascistoide.
Miles de personas en la ciudad de Miami, así como otras ciudades del país, siguen la segunda jornada de protestas. Esperan que el presidente estadounidense, Joe Biden, oiga el clamor en casa propia y deje de apoyar económica y militarmente a un régimen que asesina niños y personas inocentes.
Desde 1985, Estados Unidos le ha regalado alrededor de 3 mil millones de dólares anuales al régimen israelí y durante la pasada Administración Donald Trump, acérrimo aliado del sionismo, fue instrumental en incrementar la cooperación militar y armamentista. No obstante, con la crisis que atraviesa Estados Unidos a resultas de la COVID-19, los ciudadanos creen que estos recursos deberían destinarse al país.
Es así que el día de conmemoración de la Nakba o Catástrofe nunca termina. Los eventos en Sheij Jarrah siguen un patrón de limpieza étnica.
El común acuerdo es que es imposible tapar el sol con un dedo con respecto al genocidio del pueblo palestino. Y es que el Internet, las redes sociales y los teléfonos con cámara se han convertido en las herramientas esenciales para dar a conocer la verdad de las atrocidades del régimen de Tel Aviv. Y esto mientras algunos medios de comunicación y periodistas se han vendido al mejor postor.
Marcelo Sánchez, Miami.
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