• La gente muestra carteles en parque donde murió Tamir Rice, en Cleveland, 24 de noviembre de 2014. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 30 de diciembre de 2020 9:54

EE.UU. declaró que no enjuiciará a los dos policías implicados en la muerte del niño negro de 12 años Tamir Rice, debido a falta de calidad del vídeo del tiroteo.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó el martes que no va a presentar cargos contra los policías que mataron el 22 de noviembre de 2014 en Cleveland, en el estado de Ohio (noreste de EE.UU.), a Tamir Rice, quien recibió disparos de bala mientras sostenía en su mano un juguete que simulaba un revólver.

Al respecto, el Departamento mencionó que el vídeo grabado por una cámara de vigilancia que muestra cómo la patrulla acude al lugar a gran velocidad y abate de manera fulminante al niño, tiene poca calidad y no puede determinarse exactamente lo que sucedió.

El órgano tomó esa decisión, pese a que Ronald Adrine, juez del condado de Cuyahoga, (nororiental de Ohio) destacó el 11 de junio de 2015 que estos policías deben ser juzgados, debido a que “este tribunal llega a conclusiones coherentes con los hechos en evidencia y el estándar de prueba que se aplica en este momento”.

 

Los dos policías fueron al parque, en el que jugaba Rice, tras una llamada de emergencia que alertó sobre un joven que estaba manipulando un arma “probablemente falsa”. En las imágenes de vídeo grabado se podía ver cómo los policías detuvieron su coche a pocos metros de Rice y segundos después de salir del automóvil uno de ellos, Timothy Loehmann, disparó contra el niño.

Aunque los policías alegaron que Arce echó mano de su pistola de plástico, que ellos pensaron que era real, la familia del niño, en todo el proceso de la investigación, ha asegurado que los agentes dispararon un segundo después de su llegada, sin permitirle que soltara su juguete.

Después de que el fiscal Timothy McGinty anunció el 28 de diciembre de 2015 que los policías no serán enjuiciados, los activistas de “The Black Lives Matter” (La vida de los negros importa) realizaron protestas en todo el país condenando la brutalidad y el racismo policial, que, según ellos, responde a una estrategia de deshumanización de la raza negra, flagelo que aumentó tras el asesinato de George Floyd, quien murió bajo las rodillas de un agente de la Policía que le presionó su cuello durante casi nueve minutos ignorando sus quejas de que no podía respirar.

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