“La campaña mundial de BDS contra Israel será considerada antisemita (...) Queremos alinearnos con otras naciones que reconocen al movimiento BDS como el cáncer que es”, ha señalado este jueves Mike Pompeo en una rueda de prensa mantenida en Al-Quds (Jerusalén) con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Pompeo ya había acusado en febrero a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de “facilitar” la campaña del BDS y “deslegitimar” al régimen de Israel, luego de que el organismo internacional publicara una lista de las empresas que se encuentran en las colonias israelíes en los territorios ocupados.
La campaña BDS es un movimiento global que sigue ganando cada vez más adeptos a nivel internacional. Tiene como objetivo aumentar la presión económica y política sobre Israel para poner fin a la ocupación y la colonización de tierras palestinas.
Airado por el creciente apoyo mundial al movimiento BDS, Israel aprobó en 2017 una ley que prohíbe conceder visados de entrada y derechos de residencia en la Palestina ocupada a los extranjeros que llamen al boicot al régimen de Tel Aviv o a sus colonias en la ocupada Cisjordania.
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