• La niebla cubre los alrededores del edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos, situado en Washington D.C., 22 de octubre de 2020. (Foto: AFP).
Publicada: jueves, 5 de noviembre de 2020 10:53

El Supremo de EE.UU. podría no tener la última palabra en los comicios presidenciales, pese a la amenaza de Trump de acudir a esta corte para frenar el conteo.

El actual presidente estadounidense y candidato republicano por la reelección, Donald Trump, quiere que la Corte Suprema de EE.UU. intervenga en la carrera electoral por la Casa Blanca, que hasta el momento no ha definido un vencedor, ya que sigue el conteo de los sufragios, en particular los emitidos por correo. 

Sin embargo, según varios expertos legales consultados el miércoles por la agencia de noticias británica Reuters, es muy escasa la probabilidad de que la máxima instancia judicial del país norteamericano se convierta en el árbitro que defina al ganador de los comicios presidenciales del pasado martes.

Los especialistas en leyes ven con escepticismo que los jueces de la Corte Suprema secunden a Trump en su demanda de detener el recuento de papeletas recibidas antes o durante el día de las elecciones, o que cualquier disputa que acabe llegando a una corte cambie la trayectoria de una contienda estrechamente librada en estados como Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia.

Con millones de votos aún sin contar, Trump, en un discurso ofrecido la madrugada del miércoles desde la Casa Blanca, llegó a afirmar que había derrotado a su rival demócrata, Joe Biden, y alegó un presunto “fraude importante” en su contra en las votaciones del martes. El mandatario hizo esta declaración, pese a que los funcionarios electorales siguen contando las papeletas por correo, tras haber advertido que este escrutinio tomaría más tiempo del habitual.

La campaña electoral del líder republicano a sabiendas de que los votos emitidos por correo en su mayoría no son favorables a Trump en la recta final del duelo con Biden, insiste en la figura del fraude con el objetivo de deslegitimar el conteo de votos. De hecho, exige el recuento de los sufragios en estados clave como Wisconsin, Michigan, donde la victoria ha sido para el candidato demócrata, y amenaza con acudir al Tribunal Supremo para detener el conteo de estos votos.

 

No obstante, el informe de Reuters recoge que los expertos legales señalan que, si bien puede haber objeciones a papeletas en particular o a procesos de votación y recuento, no está claro que tales disputas puedan determinar el resultado final.

Ned Foley, especialista en ley electoral de la Ohio State University, apuntó que los comicios actuales no tienen los ingredientes para generar una situación como la que se vivió en la carrera presidencial del año 2000, cuando el Supremo cerró un recuento en favor de George W. Bush frente al demócrata Al Gore.

Tanto los republicanos como los demócratas han reunido ejércitos de bufetes de abogados dispuestos a ir a la batalla si hay un resultado estrecho. De hecho, no es nada descabellado que el equipo de campaña electoral del candidato perdedor inicie una campaña desenfrenada de presentación de demandas a doquier ante las altas instancias judiciales de país para conseguir los votos que pudiesen voltear los resultados de las elecciones a favor de su candidato.

La situación descrita podría darse lugar, puesto que, hasta el momento, Biden ha logrado el apoyo de 264 compromisarios electorales a su candidatura para presidir EE.UU. en los próximos cuatro años, frente al republicano Trump, que cuenta con 214. De esta manera, el demócrata está a tan solo 6 votos electorales de los 270 necesarios para llegar a la Casa Blanca.

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