En un vídeo difundido este miércoles en su cuenta de la red social Twitter, Donald Trump ha vuelto a arremeter contra el gigante asiático, alegando que es el responsable de la propagación de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
“No fue culpa de ustedes que esto sucediera, fue culpa de China. Y China pagará un alto precio por lo que le ha hecho a este país y al mundo”, ha manifestado el mandatario norteamericano.
En esta misma línea, ha añadido que hay que responsabilizar a China de la pandemia porque “desató esta plaga en el mundo”.
El magnate inmobiliario, que hace poco dio positivo en el coronavirus, ha detallado, además, algunas de sus experiencias respecto a este letal bacilo, manifestando que el hecho de haber contraído la COVID-19 ha sido “una bendición de Dios, una bendición disfrazada”.
A MESSAGE FROM THE PRESIDENT! pic.twitter.com/uhLIcknAjT
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 7, 2020
Además, ha elogiado el cóctel de anticuerpos sintéticos de la farmacéutica Regeneron que han empleado con su persona para su pronta recuperación. “Me dieron otras cosas, pero creo que esa fue la clave (…) fue increíble, me sentí bien de inmediato. Dicen que es terapéutico, yo creo que es una cura (…) Quiero que todos reciban el mismo tratamiento que su presidente”, ha subrayado.
Las declaraciones de Trump contra China se producen después de que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmara que el origen del nuevo coronavirus es “natural”.
No obstante, esta postura antichina por parte del mandatario republicano no es nada nuevo, pues desde el inicio del brote vírico en el mundo, el jefe de Estado estadounidense ha ido acusando a China de ocultar información respecto a su propagación.
Es más, Trump, durante un evento de su campaña electoral realizado en septiembre en la ciudad de Pittsburgh, en el noreste de EE.UU., dijo que la COVID-19 “es el virus de China, no el coronavirus, corona suena como un lugar bonito de Italia, esto es un virus chino”, señaló.
El presidente estadounidense profiere tales comentarios en momentos en los que la negligencia y la mala gestión de la pandemia de su Administración son blanco de una ola de críticas tanto dentro como fuera de EE.UU. Con más de 7 000 000 de contagios y unos 216 698 decesos, EE.UU. se sitúa en primer lugar entre las naciones más golpeadas por la COVID-19.
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