La Casa Blanca y los principales demócratas del Congreso continuaban disintiendo el domingo sobre el alcance de una mayor asistencia para los 30 millones de trabajadores estadounidenses que se quedaron sin empleo por la pandemia del coronavirus.
Esto se produce mientras los cuatro meses de beneficios nacionales adicionales de 600 dólares por semana expiraron el viernes y los demócratas piden su extensión hasta el 31 de diciembre.
Los demócratas afirman que la ayuda no debe recortarse debido a que se corresponde con la actual tasa de desempleo, y señalan que la cifra podría reducirse una vez que el desempleo baje. Sin embargo, los republicanos y la Casa Blanca justifican su decisión de no pagar los 600 dólares diciendo que debe corresponderse con los ingresos.
No obstante, los afectados por la pandemia dicen que es el Gobierno el que les debe ayudar y no ignorarlos de esa forma, asegurando que sí quieren trabajar, pero que no se les presentan oportunidades para hacerlo.
El tema del paquete de ayudas fue muy espinoso nada más ser aprobado por Donald Trump hace cuatro meses.
Durante este período, las peticiones iníciales de subsidio por desempleo crecieron, llegando a situarse en los 1,42 millones a la semana.
Sin embargo, en los últimos dos meses, se redujeron un poco, aunque este recorte podría provocar que la situación se agrave aún más.
akm/rba