• El papa Francisco lee un mensaje en la biblioteca del palacio pontificio, 3 de junio de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 3 de junio de 2020 20:58
Actualizada: miércoles, 3 de junio de 2020 21:39

El papa Francisco ha repudiado el racismo arraigado en EE.UU. tras el trágico asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.

No podemos tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión y pretender defender la santidad de toda vida humana”, ha indicado este miércoles el sumo pontífice durante los saludos a los fieles de habla inglesa en la audiencia general, que se sigue celebrando sin fieles en la biblioteca del palacio pontificio debido al nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

El cabeza de la Iglesia católica ha expresado su gran preocupación por la situación en EE.UU. tras el brutal asesinato de Floyd, quien murió asfixiado a raíz de la presión que ejerció un agente de policía con su rodilla sobre su cuello el pasado 25 de mayo.

“El racismo es un pecado”, ha insistido el sumo pontífice, para luego señalar que estaba rezando junto a la iglesia estadounidense y sus creyentes “por el descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por el pecado del racismo”.

 

El papa Francisco ha invitado, no obstante, a los estadounidenses a mantenerse en calma y realizar protestas pacíficas, remarcando que “nada se gana” con reacciones violentas.

La muerte de Floyd ha reavivado la ira del pueblo estadounidense por la violencia policial contra los negros. Los indignados han salido a las calles de distintas ciudades del país para expresar su repudio al racismo y la violencia de la Policía. El Gobierno ha respondido con mano dura a las manifestaciones, reprimiéndolas con gases lacrimógenos. 

Al menos 11 personas han muerto y 9300 han sido detenidas en estas protestas raciales, conforme a un balance ofrecido la noche del martes por la cadena de televisión estadounidense KTLA.

Pese a las amenazas militares del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha ordenado el despliegue de miles de soldados en las ciudades del país para acabar con las marchas, el pueblo sigue saliendo a las calles, pidiendo justicia y el fin de la violencia policial contra las minorías, especialmente los afroamericanos.

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