Conforme ha publicado este sábado la agencia local The Associated Press, conforme la pandemia del nuevo coronavirus se expande en EE.UU., crece la preocupación de los funcionarios sanitarios en Washington D.C. por la falta del equipo necesario en los hospitales para atender a los afectados.
El informe cita a la Dra. Kathy Lofy, quien critica el sistema de salud actual en Washington. Por su parte, el subsecretario del servicio de salud pública ante emergencias de EE.UU., Clark Halvorson, resalta la insuficiencia de mascarillas, batas, guantes y otros equipos de protección para proveedores de atención médica.
Halvorson dice que los equipos enviados por el Gobierno federal al estado capitalino “está muy lejos de satisfacer las necesidades de nuestro sistema médico, personal de primeros auxilios, salud pública e instalaciones de atención”.
El viernes, el diario USA Today realizó un análisis, según el cual podría haber seis pacientes gravemente enfermos con el nuevo coronavirus por cada cama de hospital del país, así que, alertó, los hospitales se podrían quedar sin camas disponibles, si sigue aumentando los contagios del COVID-19.
El brote del virus en cuestión se confirmó por primera vez en EE.UU. a principios de febrero. Hasta la fecha, ha infectado a unas 2430 personas y se han contabilizado 50 fallecidos, según la información facilitada este sábado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Las advertencias sobre la falta de preparación de los hospitales de EE.UU. ante el virus llegan de todos los puntos de EE.UU., mientras el presidente del país, Donald Trump, ha estado en el ojo del huracán por la mala gestión de la pandemia.
Ante esa ola de críticas, el inquilino de la Casa Blanca ha ordenado medidas para contener la expansión del virus y hasta ha declarado este viernes el estado de emergencia en EE.UU., pese a que venía minimizando la amenaza de la crisis por mucho tiempo; sin embargo, continúan las críticas.
El diario norteamericano The New York Times advirtió el viernes en un informe de que el nuevo coronavirus podría afectar a entre 160 y 214 millones de estadounidenses y matar a hasta 1,7 millones de personas.
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