La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, informó el martes que el jefe de la Diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, se reunió con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y le pidió que tome medidas contra los diplomáticos cubanos y bolivianos que boicotearon el pasado 16 de octubre una reunión sobre la situación de los presos políticos en Cuba.
Pompeo condenó el “indignante y perturbador” comportamiento y lo calificó de una “rabieta infantil”, para después solicitarle al secretario general de la ONU que responda a estas acciones y se asegure de que no se vuelvan a repetir.
El evento al que aduce Pompeo se celebró por iniciativa de EE.UU. en el marco de la campaña “Presos ¿por qué?”, que intentaba responsabilizar al Gobierno cubano de las “violaciones a los derechos humanos” en la isla.
.@SecPompeo sobre las acciones de los diplomáticos cubanos en reunión en la ONU: Régimen en La Habana prefiere llamar la atención por mal comportamiento que dejar que el mundo escuche sobre el trato represivo y abusivo de presos políticos por parte del gobierno de Cuba. https://t.co/qfIZ0hXSQx
— USA en Español (@USAenEspanol) October 24, 2018
La cita tuvo lugar pese a que Cuba había solicitado que se cancelara, argumentando que, en realidad, suponía empañar el nombre del ente internacional en un acto contra un Estado miembro.
En ese momento, el representante de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, cuestionó más bien por qué no se hace una reunión sobre los abusos y las torturas en las cárceles norteamericanas en Guantánamo (Cuba) y Abu Ghraib (Irak), o por qué no hablar sobre el millón de muertos en Irak o las decenas de miles de muertos después de la invasión a Libia.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, también le pidió esta semana a Guterres que obligue a las delegaciones de Cuba y Bolivia a pagar los desperfectos causados y que tome medidas contra los individuos responsables, o prohibirles el ingreso a la sede de la ONU.
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