La caravana de miles de ciudadanos centroamericanos, mayormente de origen hondureño, que se dirige a EE.UU. ha provocado la airada reacción de Donald Trump, quien amenazó a los países centroamericanos y a México con detener la ayuda económica y cerrar y militarizar la frontera, respectivamente.
Trump está utilizando la táctica del miedo, afirmando que en la caravana vienen criminales y narcotraficantes para persuadir a la ciudadanía estadounidense y justificar sus amenazas. “Son criminales, están viniendo criminales peligrosos”, dijo el presidente de EE.UU. en un mitin político.
Donald Trump ha enviado a México a su secretario de Estado, Mike Pompeo, con el propósito de presionar al Gobierno mexicano para que impida el tránsito de la caravana por su territorio, en una clara afrenta a las leyes internacionales.
A pesar de la retórica antimigrante que emite Trump, expertos aseguran que se está beneficiando políticamente, pues lo está utilizando como bandera electoral de cara a las elecciones legislativas que se realizarán dentro de dos semanas.
A su llegada a la frontera mexicana, la caravana se encontró con efectivos federales que impidieron su entrada. Trump agradeció al Gobierno mexicano por sus esfuerzos de bloquear el paso de la caravana, pero eventualmente México permitió la entrada de mujeres y niños.
Alfredo Miranda, Washington.
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