“El diálogo es ciertamente mejor que la guerra”, dijo el lunes Sherman, negociadora nuclear de EE.UU. en los diálogos que se realizaron con Irán y asesora especial del expresidente estadounidense Bill Clinton para Corea del Norte.
No obstante, advirtió de que si las negociaciones se abordan de manera “incorrecta” y el esfuerzo diplomático acaba en fracaso, podrían convertirse en el “preludio” de una guerra.
El presidente estadounidense, Donald Trump, comunicó el jueves que había aceptado una invitación del líder norcoreano, Kim Jong-un, para celebrar un encuentro cara a cara con el objetivo de reducir las tensiones existentes. La cita, que sería la primera entre un presidente estadounidense en funciones y un líder norcoreano, podría fijarse para mayo, según el magnate.
Los funcionarios de la Casa Blanca precisaron más tarde que la reunión con el líder norcoreano no tendría lugar a menos que Pyongyang adoptara “medidas concretas”, posiblemente en relación con la desnuclearización.
El “mayor riesgo es que el presidente (Trump) y su equipo hagan un esfuerzo, pero si no obtienen lo que quieren, dirán que las negociaciones no han servido de nada y esto podría ser el detonante de la guerra”, dijo Sherman en una entrevista concedida el lunes a la televisión estadounidense CNN.
Agregó que, en caso de que el presidente estadounidense trate de imponer a los norcoreanos la postura de Washington, “probablemente no llegaremos a un acuerdo y con toda probabilidad estaremos ante una guerra”.
El “mayor riesgo es que el presidente ( Donald Trump) y su equipo hagan un esfuerzo, pero si no obtienen lo que quieren, dirán que las negociaciones no han servido de nada y esto podría ser el detonante de la guerra”, con Corea del Norte, advierte Wendy Sherman, experta en temas de la península coreana, en alusión a las negociaciones directas que podrían llevarse a cabo entre Washington y Pyongyang.
La analista señaló, asimismo, que de momento el ganador de esta lid ha sido el líder norcoreano. Kim está “en el asiento del conductor en este momento”, pues “ha logrado que el presidente de Estados Unidos, el líder más poderoso del mundo, se siente en la misma habitación que él de igual a igual”. “Así que ya ha logrado un importante objetivo”, afirmó.
La desnuclearización es la principal demanda de Washington a Pyongyang, pero también la línea roja de Corea del Norte, ya que sus misiles balísticos y sus armas nucleares son su única vía para protegerse de la maquinaria bélica y amenazas de EE.UU.
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